El enamoramiento nace de una circunstancia casual que une a dos personas.De una situación especial que hace que a una persona la empieces a ver con otros ojos. Una persona que quizás nunca te hubiese llamado la atención para algo más, pero de golpe, se destacó del resto. Y no por que cumpla con tu “target”, sino porque con esa persona viviste de casualidad una circunstancia especial que los llevó a conocerse.
Quizá en una fiesta fichaste toda la noche a una persona, pero al no aparecer una circunstancia natural para intimar, no pasó nada. Luego te volviste en taxi con una persona que no fichaste, porque justo vivían cerca, y el viaje les regaló esa circunstancia especial en la cual se conocieron.
En algún sentido buscamos que la vida, las circunstancias y las casualidades, nos digan quien es para nosotros y quien no, haciéndonos intimar con ciertas personas y con otras no, por mucho que nos puedan gustar algunas. Muchos ven esto como el destino, otros no.
Más allá de esto, necesitamos de una situación o señal que nos dé la sensación de que es algo especial, diferente, fuera de lo común. Porque de esa manera la persona también se volverá alguien especial, diferente y fuera de lo común. Eso nos hace creer que es para nosotros y así querer conocerla. Igual no sabemos si va a funcionar o no, solo sabemos que lo tenemos que intentar por causa de esa circunstancia.
El amor no nace de dos personas porque son tal para cual (no existe), sino de una circunstancia que las unió.
Son las circunstancias las que nos convencen de querer ver a esas personas con otros ojos y no las personas mismas.
1 comentario:
Gracias por poner mi texto.
Por lo menos aclará que es mío.
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