12 ago 2009
Sin lugar a dudas de la última persona que te acordas en una situación amorosa confusa, es de vos mismo. Escuchas a tus amigos que te llenan de advertencias varias y verdaderas, pero es como si no los escucharas. Las advertencias las podes entender, pero no asimilar. Es algo muy raro porque sabes que tienen razón, y de hecho vos les dirías exactamente lo mismo a ellos, pero no lo podes meter en tu cabeza para que haga efecto en tus acciones. No podes racionalizarlo y te volves vulnerable. Te faltan el respeto. Pero lo peor es que uno lo permite, por lo tanto, uno se falta el respeto a uno mismo. La única manera que el enamorado tiene para entender la situación, es dándose la cabeza contra la pared la cantidad de veces que sean necesarias. Solo.
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