-Necesito que me digas algo lindo hoy. Algo que haga brillar mis ojos.
–Ay no… es que así, a pedido, yo me inhibo más los ojos.
–Entonces “en este abrazo se me acaba el universo”.
–Polesito… pero vos sabes, aunque yo no te diga vos sabes.
–Yo sé, yo siempre sé. Pero a veces quisiera no saber para que me lo digas. Y sí, sí… me lo dicen tus ojos, tus manos, tu risa, tu pelo que se desordena apenas me acerco, tus nervios de pie, pero yo necesitaba que me digas algo lindo hoy.
–Lo siento mucho. Pero cuando me piden cosas así lo único que me pasa es que se me cierran todos los pensamientos. Como una trampa para ardillas. Me voy a sentar afuera a leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario